El último día dejábamos una misteriosa cita del fabuloso TIME Magazine donde un breve artículo menciona una conocida técnica de estafa, presión, engaño, acoso inmobiliario que muchos consideran el primer precedente «documentado» de muchas de las situaciones actuales.

El interés y la curiosidad de muchos de nuestros lectores, convirtió en un pequeño éxito el “concurso sin premio” que proponíamos e hizo que tuviéramos que enviar por email varias veces el artículo en cuestión o responder a preguntas tipo ¿número y fecha de la revista? o ¿cuál era el término en inglés al que nos referíamos? (era el bélico “blockbusting”). Todo ello nos obligó a revolver y bucear entre los miles de artículos interesantes que tiene esta revista.

Y en un momento dado se juntó una extraña asociación de ideas con una casualidad y encontramos otro interesante artículo “ideal” para proponer a nuestros lectores otro nuevo “concurso sin premio” y de paso escribir estas breves líneas.

TIME Magazin
TIME Magazin

Estando ojeando distraídamente este ejemplar del TIME Magazine, salta a nuestra vista la palabra «honestidad» (es fácilmente comprensible el impacto que nos ocasiona esta palabra en la situación en la que nos encontramos actualmente, rodeados de personas carentes de ella). El artículo comenta los efectos honestos «probados» que en algunas tiendas y centros comerciales tiene la inserción de ciertas frases, prácticamente inaudibles, en el MUZAK del local en cuestión (por cierto, Muzak Holdings LLC acaba de solicitar la bancarrota).

Siguiendo el tema, posteriormente encontramos que el WALL STREET JOURNAL publicó un artículo, meses después, en el que relata una experiencia semejante (también apelando a la honestidad en un audio apenas perceptible) en un supermercado de New Orleáns, con resultados muy parecidos, prácticamente homologables a los comentados en TIME.

Con estos pocos datos, ya podéis empezar a buscar el misterioso artículo. Y si no lo encontráis ya sabéis que podéis escribirnos un email para que os lo enviemos scaneado.

El artículo, poca relación parece tener con nosotros, salvo que parece claro que ni el personal del BANCO PASTOR, ni el de PROMOALVASTUR, ni el de ALBA CONSTRUCCIONES DEL NORTE, ni el de MARASTUR, ni el de la INMOBILIARIA MONTOTO MIRANDA han sido sometidos a esta técnica, o no les funcionaba el HILO MUSICAL, o al menos es evidente que en ellos no surtió el efecto deseado en esos grandes almacenes americanos y canadienses (parece probado que no forman parte del 37%  que menciona el periodista). Así que la historia de los mensajes subliminales bien pudiera acabarse aquí, … pero …. mientras paseamos pensado en la “publicidad subliminal vs publicidad directa”,  nos encontramos la sucursal del BANCO PASTOR en Lugones adornada con una peculiar propaganda en forma del típico cartel pegado a la cristalera usado habitualmente para la publicidad BTL (Below the line) en el punto final de venta:

El Banco Pastor: AQUÍ TE PILLA ...!!!
El Banco Pastor: AQUÍ TE PILLA …!!!

Quizás para el resto de la humanidad dicha propaganda pase sin pena ni gloria, y sea totalmente invisible y transparente, pero está claro que para muchos de nosotros es como una bofetada en mitad de la calle («un grito en la calle» prefieren decir los publicistas no afectados por estafa). Parece que el departamento publicitario no se ha molestado mucho en buscar entre sus «Swipe files» para escoger “mejor” slogan para la campaña. Porque desde luego es una frase directa, certera y poco subliminal para los que estamos sensibilizados con temas de honestidad y con temas del BANCO PASTOR.

¡¡AQUÍ TE PILLO…!! dicen … todo un aviso, toda un advertencia, toda una declaración de intenciones. NADA de publicidad ni mensajes subliminales.

Mutación del cartel
Mutación del Cartel

Lástima que este anuncio que nos hubiera evitado muchos problemas, disgustos y dificultades en nuestra vida, lo hayan colgado con tres años de retraso. Porque si hace un trienio nos hubiéramos fijado mucho en este cartel, concentrándonos en su mensaje, viendo lo que quiere decir el creativo, intuyendo el mensaje final … a los pocos segundos de fijar atentamente la vista en el cartel, nuestro cerebro lo desdibujaría, nuestra vista se nublaría y fantásticamente se recrearía en nuestra imaginación lo que presuntamente nos están diciendo claramente y a bocajarro.

David Ogilvy, el gran mito de la publicidad decía: «Nunca escriba un anuncio que no quisiera que lo viese su propia familia» … el creativo de este anuncio seguro que es seguidor suyo, y en este trabajo se ha lucido. Únicamente le ha faltado poner los carteles donde realmente corresponden, junto a las casas de la urbanización de chalets pareados y adosados de El Sucu en El Carbayu (Lugones):

AQUÍ TE PILLO ... en la fachada principal
AQUÍ TE PILLO … en la fachada principal
AQUÍ TE PILLO ... desde un lateral
AQUÍ TE PILLO … desde un lateral

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