Definitivamente hemos decidido dar el paso.
Próximamente nos pondremos en contacto con Iker Jimenez y con J.J.Benítez para que estudien uno de los presuntos casos abducción masiva y generalizada más paradigmáticos de la ufología reciente. Porque sólo un acontecimiento al mismo nivel del accidente Roswell (Nuevo México) puede explicar con una mínima lógica el comportamiento del Banco Pastor.
Sólo con un caso de largo y prolongado «missing time» semejante al acontencido a Barney & Betty Hill en 1961, se puede entender y explicar que ni Ana Peralta, ni todo su departamento de Riesgos, ni ningún empleado de la sede Central del Banco Pastor en A Coruña, ni la oficina regional de Asturias, ni la O.P de Oviedo, ni la sucursal de Lugones, a día de hoy, nos haya telefoneado, ni respondido a nuestra carta, ni enviado un escueto email de cortesía.
Tal desconsideración y descortesia con los clientes, resulta del todo punto incompatible con la trayectoria del Banco Pastor, con su antiguedad y experiencia, y con el prestigio que Pedro Barrié de la Maza fue añadiendo con trabajo y tesón a aquella lejana «Jaime Dalmau y Cía».
Esperemos que la Condesa de Fenosa, se haya librado de este masivo acontencimiento paranormal, y que con unas simples «gotas de mínima educación» evite que se forme una nueva «Área 51» con epicentro en las casas de la urbanización de chalets pareados y adosados de El Sucu en El Carbayu (Lugones).
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